Se acaba otro curso. Uno lleno de despedidas que duelen en el corazón pero alegran al saber que los caminos que se siguen son los elegidos.
Despedimos a nuestra maestra del Aula Hospitalaria de Móstoles, María José Marugan, para continuar la vida sin horarios predeteminados, disfrutando de los suyos y sus momentos postergardos.
Despedimos también a nuestra asesora de la Unidad de Programas, Cristina Dominguez, para continuar su gran labor docente en otro servicio. Un servicio elegido, singular como las Auals Hospitalaria,s pero con población diferente. ¡Qué suerte tienen tus próximos alumnos y alumnas de una profesora de inglés que se va a preocupar de que sus vivencias sean lo más agradables posible!
Nosotros nos quedamos tristes por esos cambios que se adelantan para el curso 2025-2026. De ellas hemos aprendido a ser un poco mejores cada día. A acercarnos a la enfermedad y sus circunstancias con una sonrisa y pensando en el hacer más llevadero el sufrimiento y el aislamiento, además de acercar esa ventana de normalidad a la anormalidad que supone la enfermedad y su convalecencia.
Amigas, habéis dejado un hueco muy grande, pero nos alegramos de haber vivido esos momentos con vosotras, los buenos y los malos. Esos se quedan en nuestro recuerdo. Que el camino os llene de experiencias y disfrute de vosotras como lo hemos hecho nosotros.
Al resto, nos vemos el 1 de septiembre con muchas novedades.

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